Le preguntó Almira a Caracol en sus ansias por respuestas un tanto filosóficas, un tanto poéticas, ¿Qué quiso ser Caracol de niño?.
Y Caracol después de fermentar la respuesta en su pecho respondió con una voz pesada:
- Querida, los sueños de un niño son y siempre serán los que rijan el resto de su vida, y los actos que comprenda ese niño durante su crecimiento serán pequeños intentos para realizar el sueño.
Almira, siempre quise ser piloto, y aún lo sueño, pero encontré formas diferentes de emprender vuelo en mi juventud y ahora me mantengo inmóvil en el éter de mi vida.-
Y Almira miró a Caracol como si nunca lo hubiera conocido, Caracol fijó su mirada en las negras pupilas de su compañera y concluyó:
- Puedo ver en tu mirada que tu siempre quisiste ser caracol-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario